Nuestra realidad!

Yo la mire sin querer mirarla, me alejé solo un poco con el fin de no perderla de vista y seguirla por una rara persuasión repentina que me provocaban sus ojos hermosos y brillantes en los que sin saber porque veía la luna resplandecer. En su mirada encontré muchas cosas que había olvidado, aquellas a las que me negaba volver a creer, pero la explicación no existe cuando el corazón insiste en hablar sin interrupción, y parece que ahora solo quiere hablar sobre ella, mi bella ilusión.

Los silencios fueron largos antes de conocer sin esperarlo su bella y angelical voz, en mi interior todo se reorganizaba en una configuración confusa que hasta hoy estoy tratando de entender, pero la cual es hermosa, me hace feliz y me da miedo a la vez. Un miedo extraño que no tensa mis nervios, un miedo de pensar que la puedo perder sin tenerla todavía. Ella es la niña, que ha rondado por mis sueños, la que nunca pensé que se materializaría; la que idealice con virtudes y defectos, la que me hace tan feliz con su compañía. Tu mi niña, eres la mujer de mis sueños.

Permíteme dedicarte una canción en silencio que te acompañe mientras no estoy contigo amor, una que encierre mi alma para que te haga compañía hasta que pueda estar a tu lado y abrazarte con dulzura y besarte como si mañana fuera el fin del mundo. Déjame decirte niña hermosa que te adoro, que no comprendo cómo cosas tan buenas le pueden pasar a personas como yo, que no hacen nada extraordinario, sólo sobrevivir y respirar un poco de aire a diario. Pero si ahora te encontré de entre las penumbras de mi oscuridad para alumbrar el sendero que lleva a la felicidad, prometo con todas mis fuerzas cuidarte hasta que mi vida se extinga, protegerte de los sinsabores de la vida, llorar junto contigo para que nuestras lágrimas hagan un mar en el que podamos navegar juntos y encontrar la salida a los problemas que no dejarán de llegar.

Preciosa, eres hermosa en verdad, eres una melodía etérea que aun lo logro explicar, compuesta por los dioses y armonizada por instrumentos divinos, los más finos, los que resuenan en la cámara vacía de mi pecho haciendo un eco tibio, la misma que se llena con las miradas que me diriges cuando estás conmigo. Yo quiero ser tu abrigo y dolores de cabeza, porque los problemas habrá siempre amor, pero el dolor que proferirán lo superaremos sin temor porque el amor que sentimos es el más fuerte del mundo, profundo y ensordecedor, como las voces de los ángeles que estarán constantemente volando a nuestro alrededor.

Tan solo quiero que me permitas ser parte de tu vida cuando este frente a ti, que cuando te abrace me abraces también para ninguno de los dos dejarnos ir, llegaré desconcertado pero con la ilusión en mi mente y corazón de encontrar al amor de mi vida, a mi preciosa niña, a la que he besado tantas veces en silencio y dormida, a la que le he cuidado despierta y soñando, para que la tristeza no le llegue con tanta fuerza y sienta que por siempre estaré a su lado.

Estando frente a ti te miraré atentamente a los ojos, en mis labios se dibujará una sonrisa, comenzaré a acercarme con la seguridad que me dará tu mirada sobre mi y nuestros cuerpos hablarán sin palabras. Y te lo juro mi niña, que ese día llegará, y comenzaremos una historia firmándola con un beso a manera de letra capital, un beso que dure lo que dura la eternidad.

Te amo profundamente, y ten siempre presente que el día llegará, yo lloraré al verte y a partir de ese momento prometo que haré todo lo posible por no dejarte nunca más. Nuestra realidad comenzará al verte.

Te amo pequeña, nunca lo vayas a olvidar.

Zuberly & Ricardo! 4ever & ever!


~ Ricardo Valenzuela

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